Centro de Psicología y Terapias Alternativas de Tomares y Sevilla.

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Centro de Psicología y Terapias Alternativas de Tomares y Sevilla. PSICOLOGÍA CLÍNICA INFANTIL Y DE ADULTOS. TALLER DE CONOCIMIENTO Y TRABAJO PERSONAL. CURSOS DE FORMACIÓN A PADRES Y MADRES. TALLERES PARA ADOLESCENTES Y NIÑOS en Colegios y AMPAs. CONTACTO: centrodepsicologiayterapias@gmail.com o 655090215

martes, 20 de agosto de 2013

VIVIR EN CONTINUA FORMACIÓN. EDUCACIÓN A LO LARGO DE TODA LA VIDA. Libro Blanco del Envejecimiento Activo en Andalucía



1. INTRODUCCIÓN.CONCEPTO Y CLAVES DE LA EDUCACIÓN PERMANENTE


    El Consejo Europeo de Lisboa (marzo de 2000), establece la necesidad de la Educación a lo largo de toda la vida, es por lo tanto más que un derecho:es una de las claves del siglo XXI. Siendo necesario que las instituciones sociales, políticas, financieras, sanitarias y universitarias, acomoden sus objetivos y planteamientos a la sociedad en la que están inmersas.

         En la actualidad hay en el mundo más personas de edad por habitante que nunca, y la proporción sigue en aumento. Estos adultos de edad pueden contribuir mucho en el desarrollo de la sociedad. Por lo tanto, es importante que tengan la posibilidad de aprender en igualdad de condiciones y de maneras apropiadas.Sus capacidades y competencias deben ser reconocidas, valoradas y utilizadas.(UNESCO 1997)

         De esta forma la sociedad moderna otorga particular importancia al concepto de educación permanente o continua, que establece que el proceso educativo no se limita a la niñez y juventud, sino que el ser humano debe adquirir conocimientos a lo largo de toda la vida.


         La Educación Permanente debe abordarse como un proceso :


2.1 Multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través de la palabra: está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes.

2.2 De vinculación y concienciación cultural, moral y conductual.Así a través de la educación,las nuevas generaciones asimilan y aprenden los conocimientos, normas de conducta, modos de ser y formas de ver el mundo de generaciones anteriores, creando a su vez otros nuevos.

2.3 De socialización formal de los integrantes de una sociedad, a través de la cual se comparte entre las personas ideas, cultura, conocimientos, etc.siempre dentro del respeto a los demás.



2.JUSTIFICACIÓN DE LA FORMACIÓN A LO LARGO DE LA VIDA


         El aprendizaje es un proceso que posibilita la adquisición de conocimientos e información para una vida satisfactoria, activa y de calidad a lo largo del ciclo vital. Además de la información y de los conocimientos necesarios para realizar las tareas concretas, sirve para adaptarnos con eficacia a nuestro medio. Desde esta perspectiva es obvio que necesitamos aprender a lo largo del ciclo vital. De esta manera se justificaría la formación permanente de las personas mayores ya que el aprendizaje constituye uno de los principales vehículos de la adaptación y un poderoso impulso del desarrollo personal y del progreso sociocultural.


         De todo lo expuesto se deduce por tanto, que no será difícil la justificación de la formación a lo largo de la vida con base en:



1. El creciente envejecimiento de la población;

2. El aislamiento sociocultural y humano;


2.3 Los favorecedores cambios políticos en beneficio de este sector de la población;

2.4 La nueva filosofía sobre la formación en el último tramo del ciclo vital;            

2.5 Razones relacionadas con las políticas educativas


3. CARACTERÍSTICAS DE LOS ESPACIOS FORMATIVOS


         El consejo Europeo de Lisboa (marzo de 2000), establece la necesidad de la Educación a lo largo de toda la vida.Es, por lo tanto, más que un derecho: es una de las claves del siglo XXI, siendo necesario que las instituciones sociales, políticas financieras, sanitarias y universitarias acomoden sus objetivos y planteamientos a la sociedades la que están inmersas.

         A continuación detallamos algunas de las características del los espacios formativos:


1. Accesibilidad, Motivación,Adaptación,Innovación,Dinamismo,Participación y Corresponsabilidad ,Igualdad,Diversidad e Integridad,Reciprocidad.



4. CATÁLOGO DE ACTIVIDADES FORMATIVAS EN LA COMUNIDAD AUTÓNOMA ANDALUZA

         La formación a lo largo de la vida se está configurando como uno de los factores más importantes del desarrollo y la mejora de los ciudadanos mayores. De ahí que la expansión que esta formación está teniendo en nuestra comunidad autónoma se vea aumentada por las posibilidades que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación ofrecen.

         La comunidad autónoma andaluza, sensible a su compromiso con las personas mayores continua implantando y mejorando su catálogo de servicios a este colectivo de la comunidad autónoma. Catálogo que, de forma resumida, se puede sintetizar en los siguientes apartados:

4.1 Programas Universitarios para Mayores (PUM).

4.2 Aulas de Tercera Edad (ATE).

4.3 Programas Municipales para Mayores (PMM).

4.4 Universidades Populares (UP).

4.5 Voluntariado Cultural de Mayores (UCM).

4.6 Asociacionismo Cultural de Mayores (ACM).

4.7 Otras Actividades: jornadas, conferencias, viajes…


5. PROGRAMAS INNOVADORES


 5.1. LA FORMACIÓN DE LOS MAYORES A TRAVÉS DE LOS PROGRAMAS DE PREPARACIÓN A LA JUBILACIÓN ACTIVA (P.P.J.A.)


         El enfoque que se defiende en este texto se fundamenta en el envejecimiento activo, de ahí que al término “jubilación” se le añada el de “activa”.Por ello hablaremos de P.P.J.A.

Desde esta perspectiva entendemos la jubilación como una forma de vida en la que las personas jubiladas no deben detener su desarrollo, sino seguir avanzando y disfrutando con calidad de vida de este cada vez más largo período del ciclo vital.

          Afortunadamente hoy estamos en condiciones de afirmar, desde el modelo bio-psico-social, que la etapa de la jubilación no tiene por qué ser una fase de declive, carencias y deterioro; de debilidades en definitiva, sino que puede considerarse como una etapa de crecimiento y de fortalezas.

          De ahí que se esté despertando cada vez más, la conciencia del importante papel social que una población activa y participativa representa. Y de ahí que se estén tomando las medidas oportunas para que el colectivo al que nos referimos reciba una formación adecuada.

Los programas de preparación a la jubilación activa parten del reconocimiento de que la jubilación es una etapa con una serie de transiciones significativas que se producen en la vida de las personas, ocasionando un determinado impacto que hay que valorar, al mismo tiempo que hay que intervenir con diseños rigurosos que van orientados, en definitiva a “Aprender a Vivir”, “Aprender a Envejecer”.

Según el informe del seminario celebrado en Frankfurt, 1978 p. 259, los PPJA son unos programas que permiten que los participantes desarrollen capacidades para responder a los cambios que se producen en la última etapa del ciclo vital.

         Estos programas permiten que el colectivo de jubilados tenga tiempo para analizar sus vidas y los nuevos roles que tendrán que ejercer cuándo se jubilen. Además deben ayudar a estas personas a que desempeñen roles activos y participativos y a que se integren en la sociedad.

          Para que esto sea efectivo habrá que analizar con detenimiento temas como el calendario, el lugar de realización, el formato, que deben ser estudiados con rigor.


Recomendaciones :


-Fomentar y extender la formación a lo largo de toda la vida con programas bien definidos, diseñados y adaptados a las personas mayores

-Favorecer las relaciones intergeneracionales en los diferentes programas de educación de las personas mayores

-Diversificar y flexibilizar las propuestas de formación a lo largo de toda la vida para atender más eficazmente al colectivo de personas mayores como grupo heterogéneo y complejo.

-Reconocer la experiencia y conocimiento de las personas mayores como transmisores de conocimiento.

-Fomentar prácticas de mentoraje en diversos ámbitos,favoreciendo las relaciones intergeneracionales.

- Fomento de la formación de las personas mayores como instrumento fundamental de envejecimiento activo,beneficioso para ellas y para la sociedad.

-Impulsar el movimiento asociativo de personas personas mayores

-Desarrollar programas específicos de integración de las persona mayores en la Sociedad de la Información y en el uso de nuevas tecnologías

- Establecer sistemas de control para que los programas respondan a las demandas concretas de las personas mayores

 -Solicitar la implantación de los PPJA para favorecer una adecuada adaptación a las personas en proceso de jubilación



PARTICIPACIÓN, CONTRIBUCIÓN E INNOVACIÓN ASOCIADAS AL ENVEJECIMIENTO ACTIVO. Libro Blanco del Envejecimiento Activo de Andalucía




         Nos tenemos que preguntar ¿Por qué la participación es tan importante en el marco del envejecimiento activo? Porque envejecemos mejor si tomamos parte de forma activa en nuestro propio proceso de envejecimiento, implicándonos en la toma de decisiones que va a afectar cómo envejecemos, aportando lo que podamos -ideas, tiempo, experiencia, capacidades, críticas, etcétera- para mejorar nuestro envejecimiento y el del resto de conciudadanos. Participación y contribución al envejecimiento van aquí de la mano.


         Tiene poco sentido hablar de una participación exclusiva de personas mayores para personas mayores y con personas mayores; es más apropiado fomentar la participación social a todas las edades y entre todas las edades para contribuir al buen envejecimiento de todas las personas a lo largo de nuestras vidas.


         Por otro lado, ni hay una única manera de envejecer activamente ni todas las personas sabemos, podemos y queremos participar del mismo modo. Además, la participación a la que nos referimos es preventiva porque nos permite aumentar nuestras posibilidades de envejecer de forma saludable.


         La implantación del envejecimiento activo en Andalucía también nos exige innovar, en alguna medida, nuestras actuales formas de envejecer, de mirar el envejecimiento y de aprovechar el envejecimiento como reto y oportunidad para el desarrollo más humano, equilibrado y sostenible de nuestra Comunidad Autónoma.


         Después de este breve introducción, que nos da una idea, a grandes rasgos, de lo que en esta parte del Libro Blanco se detalla, pasamos a hacer una exposición de las reflexiones más destacadas y que nos parece oportuno resaltar:


         1º.- Entender el envejecimiento activo como un proceso que sucede a lo largo de todo el curso vital. Ésto nos obliga a considerar la diversidad del mismo. Asimismo, hay que tener en cuenta que hombres y mujeres envejecemos de modo distinto en muchos aspectos. 


         2º.- Todos y todas, hombres y mujeres, debemos participar para envejecer mejor. Hablar de envejecimiento activo aludiendo más a las personas mayores, como solemos hacer en la actualidad, tiene que ser tan sólo una práctica transitoria: la clave para hacer del envejecimiento activo una oportunidad de desarrollo y bienestar está en incluir a toda la población andaluza en los esfuerzos para promover esta forma de envejecer.


         3º.- La participación es un derecho a lo largo de toda la vida. Más allá del reconocimiento legal, el derecho a la participación requiere ser reconocido, respetado y requerido por la sociedad. Habría que conseguir un visible reconocimiento público del valor de la participación. Asimismo, no se puede ignorar cuando la dependencia eclipsa parte de nuestra autonomía personal.


         4º.- Cualquier esfuerzo de fomento de la participación social debe tener en cuenta los deseos, capacidades y preferencias en el uso del tiempo de quienes participan y adaptar los recursos a las demandas de participación realmente existentes a lo largo de toda la vida.


         5º.- Envejecer en positivo, de forma activa y participando en la sociedad es bueno tanto para quien envejece como para la sociedad misma. La contribución que realizan las personas mayores al bienestar y a la economía de la sociedad en la prestación de cuidados es muy importante. Las familias y la sociedad deben entender que si hay personas mayores que actúan de cuidadoras es porque quieren realizar ese trabajo y no porque tengan la obligación de hacerlo. Por otro lado, el voluntariado es una práctica social, útil y necesaria, que ahorra muchos gastos a la sociedad, en un marco de acción ético que hace posible que se sirva a los demás de forma desinteresada.


         6º.- Los Centros de Día y las Pequeñas y Medianas Asociaciones (PYMAs) de personas mayores son dos importantes recursos con los que contamos para impulsar el envejecimiento activo.


         7º.- Una adecuada preparación para el envejecimiento activo, a lo largo de toda la vida, pero especialmente cuando se va aproximando la edad de jubilación, puede repercutir muy positivamente en los niveles de participación de los ciudadanos y en la mejora de su realización personal.


         8º.- Riesgos del envejecimiento activo: estrés y exclusión. A efectos de la participación, un envejecimiento activo mal entendido puede tener dos riesgos. Por un lado, confundirlo con hacer muchas cosas, lo cual puede llevar a sufrir ciertos niveles de estrés poco saludables. Por otro lado, está el riesgo de etiquetar negativamente, menospreciar y hasta excluir otros estilos de vida menos dinámicos, que no se ajusten a lo recomendado desde el marco del envejecimiento activo. El envejecimiento activo es activo porque propone que las personas actúen para mejorar su forma de envejecer. Nadie puede envejecer activamente si no lo desea, si no pone de su parte, si no se implica.


         9º.- Las políticas de envejecimiento activo no han de ver a las personas mayores como un problema a resolver sino como parte de la solución a los retos generados por el envejecimiento demográfico. La visión generalizada de la persona mayor como improductiva tiene que ir desapareciendo.


         10º.- Algunas de las personas mayores que han terminado su ciclo laboral están en disposición de formar o asesorar a personas más jóvenes, contribuyendo, por ejemplo, a conservar oficios artesanales u otras actividades en vías de desaparición. Asimismo, también las personas profesionales cualificadas, jubiladas y prejubiladas, pueden ofrecer de forma altruista su experiencia asesorando a otras personas menos favorecidas, como desempleados, mujeres con escasa formación e inmigrantes.


         11º.- El envejecimiento activo, motor para la innovación: Nunca antes envejecer había sido posible para tantas personas; ahora tratamos de que ese envejecer vaya acompañado de bienestar general para todas las personas y todas las comunidades, a lo largo de toda la vida. Necesitamos difundir el mensaje de que envejecer de modo activo, con sus pros y sus contras, es un desafío y una oportunidad al alcance de todos y todas, no sólo de las personas de más edad.


         12º.- La intergeneracionalidad, parte fundamental de la innovación. El envejecimiento activo necesita de la colaboración de todos, por encima de los habituales criterios de agrupamiento social: edad, sexo, hábitat, nivel de estudios, clase social o etnia. La intergeneracionalidad nos plantea precisamente que el contacto, el intercambio y la solidaridad entre todas las generaciones tienen resultados positivos a la hora de envejecer de forma activa.


         13º.- Entre otras razones, la participación y la contribución en el envejecimiento activo serán innovadoras si no son discriminatorias y se plantean de abajo arriba, es decir, desde las personas mayores y no de modo paternalista –participar porque alguien lo autoriza-, dirigista –participar porque alguien así lo ordena-, o como concesión a las personas mayores –participar por participar- sino como su derecho -participar para conseguir un fin establecido por las propias personas mayores-. Al mismo tiempo, hablar del derecho a participar y contribuir obliga a referirse también al capítulo de los deberes: tenemos que plantear cuáles son los deberes asociados al envejecimiento activo de modo que, a ese derecho vaya unido el deber de aprovechar las oportunidades de ejercerlo y el compromiso de buscar con ello el mayor bien común posible.



         Las recomendaciones que consideramos más interesante destacar serían:



1º. Apoyar a las personas para que asuman los cambios por los que van pasando a largo de la vida y motivarles para que elaboren, según sus preferencias y capacidades, sus propios planes de participación, de uso del tiempo y de realización personal.


2º. Difundir los beneficios de la participación y seguir fomentando una participación de amplio espectro, en todas las edades, respetando a quienes libremente decidan participar poco o nada.


3º. Favorecer la participación tanto de las personas que viven solas como de las que están aisladas, sobre todo si se trata de personas de edad avanzada y residen en zonas rurales. Asimismo asegurar la participación general de las personas en situación de dependecia a lo largo de toda la vida, en función de su estado y posibilidades, tanto en las actividades que puedan realizar como en la toma de decisiones sobre los temas que les afecten.


4º. Revalorizar el papel de las mujeres en los distintos escenarios de participación y seguir trabajando por la igualdad de género conforme se envejece.


5º. Facilitar, multiplicar y agilizar los recursos institucionales disponibles para que los Centros de Día y las Pequeñas y Medianas Asociaciones (PYMAs) de Personas Mayores sigan fomentando la participación de personas de todas las edades adaptada a las demandas de las presentes y futuras generaciones de personas mayores.


6º. Incrementar las experiencias, programas y espacios de intercambio intergeneracional e intercultural dirigidos a atender a las personas más vulnerables a medida que envejecen. Asimismo, proponer y ejecutar nuevas formas de mejorar las relaciones intergeneracionales en el ámbito familiar, en el comunitario y en los distintos espacios productivos.


7º. Realizar campañas de sensibilización que transmitan mensajes motivadores para la participación activa y que fomenten la cooperación, a lo largo de toda la vida, entre las personas y las comunidades y destacar la importancia que tiene prepararse para la vejez según el proyecto vital de cada persona.



8º. Mejorar las medidas de conciliación de la vida laboral y familiar para que las personas cuidadoras puedan envejecer de modo activo.


9º. Implicar a las personas con experiencia de trabajo en cualquier sector para que, a medida que envejecen, contribuyan a la inserción laboral de otras personas.


10º. Realizar estudios sobre los obstáculos que dificultan que las personas puedan contribuir en sus entornos, en su comunidad y en la sociedad a medida que envejecen, y proponer soluciones para eliminar dichos obstáculos.


11º. Invitar a todos los organismos, entidades y profesionales que estén realizando experiencias de envejecimiento activo o que puedan contribuir al desarrollo de las mismas a innovar y mejorar esas experiencias.


12º. Conectar de modo transversal los esfuerzos y los recursos al servicio de las diferentes políticas y órganos de las Administraciones Públicas encaminados a dar una respuesta prioritaria a los retos que plantea el envejecimiento activo en Andalucía.

VIVIR SALUDABLEMENTE. Libro Blanco del Envejecimiento Activo de Andalucía.




1. INTRODUCCIÓN


El envejecimiento activo es un recurso fundamental que ayuda a las personas y comunidades a alcanzar su potencial de calidad de vida y significación a lo largo de todo su ciclo vital y a participar en la sociedad de acuerdo con sus necesidades, deseos, y capacidades. Es, por lo tanto, aplicable a cualquier estado de salud y con cualquier nivel de autonomía.


Pero llegar a un estado de salud favorable y óptimo exige, no sólo medidas iniciadas por los poderes públicos, sino también responsabilidad de la persona hacia el cuidado de su propia salud y la inserción participativa en la realidad social.


2. PROMOCIÓN DE LA SALUD


La Promoción de la salud se define como “la capacitación de la población para aumentar el control sobre su propia salud y mejorarla” (Declaración de Ottawa, OMS 1986).


Las estrategias de promoción de salud contemplan:


o El desarrollo de políticas saludables.


o La creación de ambientes favorecedores de hábitos saludables.


o La reorientación de los servicios de salud hacia las necesidades de la comunidad.


o La adquisición por parte de las personas de las competencias necesarias para que aumente el control sobre su propia salud.


Plantea dos perspectivas complementarias:


– Promover hábitos saludables entre las personas con dependencia para mejorar su salud.



– Promover los estilos de vida saludables entre la población general para que gane más años de vida autónoma.


Las áreas que se van a abordar en este LBEA son las siguientes:


– Alimentación.


– Actividad física.


– Hábito tabáquico.


– Consumo de alcohol y otras substancias.


– Salud bucodental.


– Sexualidad saludable.


– Salud mental.


2.1. ALIMENTACIÓN.


La nutrición adecuada y la salud nutricional son indicadores clave de una buena calidad de vida, de prevención de enfermedades y de una salud sostenible[1].


Una adecuada nutrición desde edades jóvenes se considera prerrequisito para la salud en el envejecimiento, con repercusión en la prevención de la enfermedad y la discapacidad.


Por todo ello, se recomienda:


1.-Fomentar la dieta mediterránea y la pirámide de la alimentación que se caracteriza por:


 El consumo diario de cereales, frutas, verduras, frutos secos, legumbres.


 El uso del aceite de oliva como fuente principal de grasa.


 El consumo moderado de pescado, pollo, leche y lácteos.


 Reducir el consumo de carne y productos cárnicos.


 Bajo consumo en azúcar y sal



2.2 ACTIVIDAD FÍSICA.


La actividad física regular puede contribuir a aumentar la duración de la vida y favorecer una longevidad más activa y con mayor calidad de vida, de manera que las personas mayores activas mantienen mejor su capacidad funcional y la utiliza más eficientemente que las sedentarias.


Por todo ello se recomienda:


4.- Promover iniciativas que fomenten la actividad física, adaptándolas a las características funcionales y las preferencias de las personas mayores (Huertos saludables, Rutas saludables como “Un millón de pasos”, Bailes de salón, oficios tradicionales, etc.).



5.- Aprovechar las instalaciones y estadios deportivos para hacer de ellos foco de irradiación del envejecimiento activo a través de la práctica adecuada del deporte.


2.3 HÁBITO TABÁQUICO


El tabaquismo es el principal problema de Salud Pública en Andalucía. Se asocia con las principales causas de muerte, las producidas por enfermedades del sistema circulatorio y el cáncer. La mortalidad anual por el consumo de tabaco en España es de 54.233 personas.


Recomendaciones:


6.- Desarrollar la normativa necesaria para restringir el consumo de tabaco en zonas públicas, que proteja en todo momento a las personas no fumadoras, además de regular el acceso de la población más joven al consumo de tabaco.


Facilitar programas de deshabituación tabáquica a las personas mayores, promoviendo los tratamientos más adecuados a sus necesidades y características individuales y facilitar que vivan en espacios libres de humo a través de intervenciones inducidas sobre sus familias o lugares de convivencia.

2.4 CONSUMO DE ALCOHOL.

El consumo de alcohol y la frecuencia de consumos excesivos se asocian a un mayor riesgo de accidentes, incluidos los accidentes de tráfico, violencia deliberada, tanto autodirigida como hacia otras personas, suicidio, malos tratos, y comportamientos delictivos.

También se relaciona con el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, cáncer de hígado, cáncer de colon, cirrosis y algunas enfermedades digestivas y del tracto respiratorio, todas ellas incluidas entre los problemas de salud más prevalentes entre las personas mayores. En este grupo de edad también se producen un mayor número de caídas y lesiones relacionadas con el alcohol y medicamentos.


Por ello, formulamos las siguientes recomendaciones:


8.- Garantizar un tratamiento accesible, eficaz, flexible, basado en la mejor evidencia científica y adaptado a sus circunstancias, a aquellas personas mayores con problemas relacionados con el alcohol.



2.5 SALUD BUCODENTAL.


El mantenimiento de una boca sana previene la aparición de problemas, tanto específicos de salud bucodental, como de otros problemas funcionales derivados, relacionados con la masticación y con las habilidades para comer. Todo ello tiene repercusiones, no sólo sobre el estado nutricional, sino también sobre otros aspectos que tienen que ver con la comunicación o la propia imagen y que pueden incidir en el bienestar de las personas y en su calidad de vida.


A tal fin, recomendamos:


9.- Favorecer una correcta salud bucodental a lo largo de toda la vida a fin de prevenir problemas específicos, funcionales, nutricionales, así como otros que afectan a la comunicación o la propia imagen y que inciden en el bienestar de las personas y en su calidad de vida.


2.6 SEXUALIDAD SALUDABLE.



La capacidad de disfrutar de la afectividad y la sexualidad es un aspecto en continuo desarrollo en la vida de las personas hasta su muerte. La sexualidad no radica sólo en el coito, sino que a través de otros actos (besos, caricias…) se establecen relaciones afectivas esenciales para el desarrollo psico-afectivo de las personas mayores, fomentando su autoestima, sintiéndose objeto de cariño y haciéndo la vida más agradable.


Recomendamos:


10.- Favorecer desde la sociedad y desde las instituciones, la normalización de la sexualidad de las personas mayores.


2.7 SALUD MENTAL.


El envejecimiento supone un aumento del riesgo de enfermedades mentales con especial referencia a la depresión. Los factores psicológicos, incluyendo inteligencia y capacidad cognitiva (capacidad de resolver problemas y adaptación a los cambios y a las pérdidas) son fuertes predictores del envejecimiento activo y la longevidad.


El deterioro cognitivo y los trastornos del estado de ánimo se consideran criterios de fragilidad de las personas mayores. Como factores clave para el envejecimiento satisfactorio se han determinado que la situación y conductas de salud antes de los 50 años condicionan el tipo de envejecimiento de las personas. En concreto, son predictores la estabilidad emocional y el estilo de afrontar las situaciones.



Así, recomendamos:


11.- Incluir a todas las personas mayores en todas las estrategias de promoción de la salud mental que se impulsen desde los diferentes ámbitos.


Promover en los espacios comunitarios y sociales de reunión de las personas mayores
actividades informativas y educativas sobre estimulación mental, relaciones sociales, ocio, etc.



12.- Promover el entrenamiento de la memoria, la estimulación mental y las estrategias de compensación mental, así como la formación de profesionales que promocionan estas actividades de estimulación cognitiva (Silver Paper).


3. PREVENCIÓN DE LA DEPENDENCIA


En este apartado nos centraremos fundamentalmente en la prevención de la situación de dependencia. Esto supone tomar en consideración los siguientes elementos:


- Prevenir las enfermedades o los problemas de salud potencialmente causantes de fragilidad, deterioro funcional o discapacidad.


- Prevenir que, una vez adquiridas, esas enfermedades evolucionen hacia la discapacidad.


- Evitar que las personas con discapacidad entren en riesgo de dependencia


- Y, finalmente, detectar precozmente ese riesgo y reducirlo.


3.1 PREVENCIÓN PRIMARIA.


Entre las acciones más recomendadas para prevenir la aparición de problemas de salud que puedan llevar a situación de dependencia se encuentran:


3.1.1. INMUNIZACIONES.


Recomendamos:



16.- Informar y concienciar a la población de personas mayores de 65 años de la efectividad de la vacunas de la gripe, y de difteria/tétanos, y la neumocócica en los casos en los que exista una patología crónica previa que clínicamente lo justifique.


3.1.2 PREVENCION DE ACCIDENTES



Recomendamos:



17.- Establecer medidas específicas desde las diferentes administraciones para disminuir los factores de riesgo que provocan accidentes en las personas mayores tanto, en el entorno privado como en el exterior.


3.1.3. PREVENCIÓN DE CAÍDAS.


Recomendamos:



18.- Evitar los factores de riesgos de las caídas:



Mejorando la calidad de vida de las personas y los problemas de salud que las favorecen y prestando especial atención a las enfermedades que más afectan al equilibrio y la postura, así como a la polimedicación.



Adaptando el entorno a las características y necesidades de las personas mayores incluyendo las prendas personales, el domicilio y el barrio.


3.1.4. MANTENIMIENTO DE LA MOVILIDAD.


Recomendamos:



19.- Implantar programas específicos para paliar el deterioro en la movilidad que sufren las personas mayores a consecuencia del proceso natural de envejecimiento, teniendo en cuenta:



Favorecer el mantenimiento de la movilidad y promover el ejercicio adaptado.



Realizar un diseño urbanístico y de los medios de transporte que tenga en cuenta
las limitaciones y particularidades de la movilidad de las personas mayores.



Promover campañas de concienciación dirigidas hacia las personas sin limitación
de la movilidad.




3.1.5. PREVENCIÓN DEL CÁNCER.



         Recomendación:



20.- El cáncer es una enfermedad que se puede prevenir, tanto su aparición como sus impactos negativos una vez que se ha desarrollado. Para ello es necesario adoptar medidas en:



Prevención primaria (consejos y estilo de vida): serían todas aquellas intervenciones dirigidas a reducir la probabilidad de aparición del cáncer o a aminorar o interrumpir su progresión incidiendo en los factores de riesgo asociados a su desarrollo.



Prevención secundaria (cribado): tiene por objetivo detectar la enfermedad antes
de que se manifieste clínicamente, en aquellas enfermedades en las que un tratamiento precoz permita mejorar su pronóstico.




3.1.6. PREVENCIÓN DE LA OBESIDAD.



         Recomendamos:



21.- Promover que las personas mayores tengan un peso normal y evitar la obesidad y sus complicaciones.



3.1.7. PREVENCIÓN DE LA DESNUTRICIÓN



22.- Fomentar la correcta nutrición entre las personas mayores, favoreciendo el peso normal y la ingesta adecuada de nutrientes.



3.2 PREVENCIÓN SECUNDARIA.



         Es muy importante intervenir lo más precozmente posible sobre aquellas alteraciones de la salud que pudieran llevar a provocar una situación de dependencia.



         A lo largo de este epígrafe se desarrollarán los siguientes apartados:



3.2.1. Cribados recomendados y no recomendados.



3.2.2. Control de los FRCV.



3.2.3. Atención a los problemas osteoarticulares.



3.2.4. Detección precoz de la fragilidad.



3.2.5 Polifarmacia.



4. OTRAS ÁREAS



         En los siguientes apartados se aporta información sobre algunas áreas que, sin formar parte directamente del envejecimiento saludable, están estrechamente relacionadas con él. Las áreas a tratar son:


4.1. Maltrato.



4.2. Investigación.



4.3. Formación.



4.4. Los contextos:



4.4.1. La familia y el domicilio.


4.4.2. El barrio y el municipio.


4.4.3. El contexto institucional.


[1]

VIVIR CON SEGURIDAD. Libro Blanco del Envejecimiento Activo de Andalucía



Introducción 



         Gozar de un marco de seguridad adecuado es indispensable para el desarrollo individual de las personas y al Estado corresponde definir y dotar de los recursos que garanticen la seguridad de las personas mayores y de la ciudadanía en general.


         Actualmente, existe una gran profusión normativa destinada dotar de instrumentos que faciliten la protección de las personas mayores partiendo del principio de no discriminación. Los distintos “marcos de seguridad” a nivel europeo, estatal y autonómico, contribuyen a que las personas, a medida que envejecen, afronten el futuro según un modelo de envejecimiento activo, con sus necesidades debidamente cubiertas y recibiendo las atenciones que precisen.


         Algunos de los mecanismos que existen actualmente para velar por la seguridad personal y, más concretamente, por aquellas situaciones en las que la persona mayor no puede decidir por si misma son el apoderado preventivo, la figura de el tutor y el curador o el guardador de hecho, tan frecuente en la práctica. Entre otras medidas destinadas a ofrecer una mayor protección, se propone la creación de la figura del Defensor o Defensora de las Personas Mayores.


         Asimismo, el ordenamiento jurídico debe ir encaminado a desarrollar mecanismos que velen no sólo por la seguridad del individuo sino también por la seguridad de la cohesión familiar, evitando posibles presiones de los hijos hacia los padres que puedan mermar su libertad de disposición y protegiendo los nuevos y más fuertes vínculos familiares entre abuelos y nietos.


         En materia de salud y en contraposición al sistema anterior, el principio de autonomía del paciente determina que el recibir cuidados médicos ya no es una obligación sino un derecho, por lo que es preciso que medie el consentimiento del paciente y sus indicaciones han de ser seguidas en todo momento. Por otro lado y como manifestación de este principio, nuestra regulación contempla la figura del testamento vital o instrucciones previas, en virtud de la cual el paciente podrá decidir sobre el tratamiento a recibir sin que este pueda serle impuesto por parte del personal sanitario.                            


         En relación al ámbito de la seguridad de las prestaciones económicas, la tendencia demográfica actual plantea la sostenibilidad del sistema contributivo. Teniendo en cuenta que la edad media de jubilación en España está situada en los 63,66 años, que la pensión de jubilación supone el 85% del gasto en prestaciones económicas contributivas y que nuestro país cuenta con una de las tasas de esperanza de vida más altas del mundo, la tendencia debería ir hacia una edad de jubilación más tardía en aras a la subsistencia d el Sistema de Protección Público.           


         Las Administraciones Públicas tienen la obligación de asegurar que tanto las pensiones mínimas como la pensión de viudedad tengan un carácter suficiente. Igualmente, se ha de promover una mejora de la cuantía de las pensiones no contributivas de la Seguridad Social que, en la actualidad y debido a su carácter insuficiente, se están viendo apoyadas por otras medidas de reducción del gasto de carácter privado, como son los bonos sociales proporcionados por algunas empresas.           


         Aunque por lo general, las pensiones públicas no permiten a una persona que ha cesado en su actividad remunerada, mantener el nivel de vida anterior, ha de potenciarse el uso de mecanismos jurídicos de carácter privado tales como los planes de pensiones individuales, los planes de previsión asegurados, la adscripción a mutualidades de previsión social, los planes individuales de ahorro sistemático o los seguros de supervivencia y seguros mixtos, que posibiliten a las personas mayores alcanzar una situación de seguridad económica en esta etapa de su vida y al margen de las políticas públicas de pensiones. 


         Por último, hay contratos que permiten obtener una renta o atenciones a costa del patrimonio de la persona mayor, en especial, la vivienda en propiedad. En este sentido, resulta conveniente promover figuras como el contrato de renta vitalicia, el contrato de alimentos o la hipoteca inversa, sin olvidar que existe una obligación legal de proporcionar alimentos entre parientes.


         En cuanto a la protección de los derechos de las personas mayores frente a posibles límites del entorno, nuestro sistema se mueve hacia el diseño universal en una sociedad accesible a todos. En el caso de las personas de mayor edad, las consecuencias de las barreras cobran una especial relevancia al estar sometidas a un mayor aislamiento social y no contar siempre con la posibilidad de obtener el apoyo de terceros para salvar los obstáculos. Se hace preciso realizar campañas de concienciación y acciones legislativas que tomen en consideración la importancia de un entorno “accesible y seguro”, incidiendo en el valor de la “accesibilidad preventiva” y evitando situaciones de riesgo como pueden ser los traslados de domicilio, el ingreso en centros o la aparición de discapacidad por accidentes o caídas.


         En la actualidad, el crecimiento del colectivo de personas mayores dentro de la sociedad determina un aumento de consumidores que reclama del mercado productos y servicios que respondan a sus necesidades y expectativas. De cara al 2050, el aumento demográfico hace prever un porcentaje del 30,8% de población mayor de 65 años con una importante porción de tiempo libre. Pero estas nuevas oportunidades de negocio para las empresas y la generación de empleo que ello trae consigo, tiene también una contrapartida: la necesidad de proteger a las personas mayores de acciones defraudatorias.


         Hoy día, subsisten prejuicios, estereotipos y actitudes negativas hacia las personas mayores asumidas como una carga familiar y social, como personas incapaces de asumir responsabilidades, infravalorando así su papel en la sociedad y limitando sus capacidades de participación en la vida social, económica y cultural. Sin embargo, las personas mayores representan un activo social irrenunciable, tanto por el creciente número de personas incluidas en este grupo, como por lo que aportan al sostenimiento social realizando actividades de carácter voluntario en su entorno familiar y social. De todo ello se infiere que el concepto de vejez y los roles de los mayores han cambiar y, en esta tarea de protección de su imagen, la labor a desempeñar por los medios de comunicación debe ser controlada e impulsada por el poder público.


         En lo que se refiere a la protección del patrimonio familiar, encontramos que nuestro sistema prevé ciertos mecanismos para ordenar la sucesión en la empresa: los protocolos familiares, un acuerdo entre los componentes del grupo familiar, en el que se pretende dar la regulación y concreción de las relaciones entre familia, propiedad y empresa, con la finalidad de dotar de continuidad y paz a la empresa y permitir el relevo generacional cuando el mismo deba de producirse. Dada la función de esta figura dentro del contexto enunciado, se propone la necesidad de informar a las empresas familiares sobre la existencia de esta figura y su utilidad, al tiempo que complementarla con incentivos económicos de carácter público.


         En relación a la protección de la persona frente a posibles hechos delictivos, es preciso reconocer que nos encontramos frente a un colectivo especialmente vulnerable, por lo que precisa una especial atención. Así por ejemplo, en el ámbito patrimonial son frecuentes las estafas y defraudaciones en relación a productos y servicios que se ofrecen a través del teléfono y que inducen a realizar compras irrazonables o adquirir tarjetas bancarias no gratuitas. Tampoco son extraños los supuestos de expoliación del patrimonio de personas mayores por miembros del entorno familiar o social.


         En referencia a los delitos contra las personas, preocupan los crecientes casos de asaltos a personas mayores en el interior de sus viviendas, acompañados a veces de episodios de gran violencia. Otra realidad, a veces escondida, es la de los malos tratos, fenómeno con una dimensión mayor de lo que se imagina aunque menos visible que el de la violencia de género, pues los padres difícilmente denuncian a los hijos. En ambos casos, se hace necesaria la intervención del poder público para evitar que se sigan produciendo.


       Por último, no hay que olvidar que las personas mayores también presentan una dimensión de conductores y conductoras y de peatones a la que, a veces, no se le presta la necesaria atención. Por ser un colectivo de especial vulnerabilidad, tal y como se ha recalcado anteriormente, se requieren programas específicos de educación vial que desarrollen acciones de salvaguarda de la seguridad de las personas mayores en el uso de la red viaria y del tráfico.

martes, 6 de agosto de 2013

Las “voces por un envejecimiento activo” se hacen oír en Europa

      
 

world cafe bilbao

El proyecto “European Voices for Active Ageing” (EVAA) es una de las buenas prácticas en innovación social presentadas en el Parlamento Europeo. Con motivo de la conferencia “Social Innovation – Priority for a European Agenda” (30 de mayo) se recopilaron más de 50 proyectos puestos en marcha por empresas sociales y organizaciones no lucrativas de 29 países europeos. El objetivo de este documento es ilustrar y visibilizar el poder innovador de la economía social en Europa.
Manifiesto por el Envejecimiento de Europa

A lo largo del segundo semestre de 2012 más de 700 personas de entre 50 y 95 años participaron en innovadores diálogos participativos e interculturales sobre envejecimiento activo que se desarrollaron en seis ciudades de Europa: Bilbao, Bonn, Praga, Londres, Bolonia y Estrasburgo. Fruto de aquellas reuniones, denominadas World Cafés, se ha elaborado un Manifiesto por el Envejecimiento de Europa que resume sus esperanzas y recomendaciones para crear una Europa amigable con los mayores.

Todo ello forma parte del proyecto “European Voices for Active Ageing” (EVAA), cuyo lema era “Voces europeas por un envejecimiento activo”. La Comisión Europea recibirá en los próximos días dicho manifiesto, que puede servir de base en la elaboración de políticas sobre este asunto. Las principales conclusiones extraídas son:

  • Aumentar los beneficios a las empresas que contratan a trabajadores de más de 50 años y proporcionarles incentivos para desarrollar e implementar políticas laborales amigables con los mayores. Esta necesidad surge tras la constatación de que las empresas están muy poco preparadas para los cambios que se avecinan. Así, el número de trabajadores mayores de 55 años aumentará un 15%, mientras que segmento de menores de 55 disminuirá un 25%. Para 2025 más del 20% de los ciudadanos europeos tendrán 60 años o más.
  • Fomentar iniciativas innovadoras de jubilación gradual, así como de otras de prácticas de jubilación anticipada activa y financiada.
  • Apoyar proyectos e iniciativas de innovación social para buscar soluciones innovadoras a los retos sociales gracias a la colaboración e interacción intergeneracional.
  • Desarrollar un compromiso cívico que disuelva estereotipos vinculados con la edad.
  • Apoyar proyectos piloto en las ciudades europeas amigables con los mayores, de manera que éstos jueguen un papel activo y sus voces sean incorporadas a la toma de decisiones.
  • Explorar nuevas formas de fomentar y gestionar la salud en los adultos de edad avanzada.
  • Desterrar la imagen estereotipada del envejecimiento, para emerger el rol activo que este colectivo quiere desempeñar, ya que dentro de 50 años Europa duplicará el número de personas mayores comprometidas con un alto nivel educativo y de gran experiencia.
Innobasque, Agencia Vasca de la Innovación, organizó junto a World Café Europe, el encuentro de Bilbao en el que se abordaron cuestiones en torno al envejecimiento activo y la innovación social. En aquella jornada las personas mayores destacaron su deseo de ser reconocidas como miembros activos de la sociedad, con capacidad para generar cambios en ella. El 27% de las ideas propuestas reconocían la importancia de fomentar vínculos más estrechos entre las generaciones mediante la identificación de intereses comunes. Además, el 57% y el 63% de los participantes expresaron un gran interés por el compromiso cívico y el aprendizaje permanente, respectivamente.
 

sábado, 3 de agosto de 2013

Empresa y envejecimiento activo

Alicia Montesdeoca , 16/07/2013
Empresa y envejecimiento activo
Ficha Técnica

Título: Empresa y envejecimiento activo
Autor y coordinador: Francisco Abad
Edita: LID Editorial. Madrid, noviembre, 2012
Colección: Acción Empresarial
Serie: Biblioteca, empresa y sociedad
Número de páginas: 192 págs.
Encuadernación: Rústica com solapas
ISBN: 978-84-8356-758-6
PVP: 19,90 €

El libro Empresa y envejecimiento activo editado por LID Editorial es un ejemplo de trabajo colaborativo en el que 150 invitados, coordinados por Francisco Abad y por un consejo asesor, responden a la pregunta “¿Qué tres argumentos darías a las empresas, desde tu especialidad, para que le concedan más importancia al envejecimiento en su actividad habitual?”

El envejecimiento de la población es una megatendencia social. Su relevancia crecerá significativamente durante los próximos años, por lo que se puede decir que es uno de los grandes desafíos a medio plazo. Sin embargo el sector empresarial apenas parece interesado todavía en afrontar el reto que supone, no sólo el hecho de que cada vez haya más mayores sino, menos aún, el de considerar el envejecimiento como un proceso activo que dura toda la vida.

Este documento pretende llamar la atención sobre el envejecimiento activo aportando datos, ideas, reflexiones y propuestas procedentes de un grupo de casi 150 expertos invitados por la Fundación Empresa y Sociedad. Cada uno presentó los tres argumentos con los que intentaría convencer a un grupo de empresarios para que le concedieran más importancia al proceso de envejecimiento en su actividad habitual.

Estas páginas recopilan sus palabras, ordenadas por temas y sintetizadas con la ayuda de un consejo asesor para convertir sus más de cuatrocientas ideas en las cien que presentamos a continuación. Por tanto, no es ningún estudio en profundidad, sino más bien un manual introductorio o un libro de cabecera para que lo pueda consultar quien quiera empezar a inspirarse en alguno de los capítulos de un tema tan amplio como éste.

Se trata de un trabajo colaborativo, de participación abierta de personas interesadas por “lo común”, al estilo de las incipientes nuevas vías y formas con las que la sociedad civil ya trabaja, con poca estructura y espíritu transformador. Por tanto, tiene la inspiración del compromiso personal de cada experto, la frescura y la riqueza del caos de haber bebido en 150 fuentes. Por otro lado, el libro recoge en formato tradicional un trabajo que parte de redes sociales electrónicas, y lo hace no como fin en sí mismo sino como una mecha que se enciende con el objetivo de iniciar un debate que vaya creciendo y se transforme en actuaciones.

En la obra se destacan los tipos de argumentos que se recibieron. Algunos son de tipo personal, porque el envejecimiento nos afecta a todos y cada uno. Pero una mayoría de textos estaban relacionados con la nueva cultura laboral que está generando la gestión del talento, la igualdad y la diversidad según criterios de edad, extendida en los países de referencia por su sistema de bienestar pero virgen en España; descubrimos la avanzadilla que representa el envejecimiento de las personas con discapacidad, que nos van a seguir enseñando en este capítulo porque lo están viviendo con una década de antelación respecto al resto de la población; y comprobamos la práctica ausencia de contenidos sobre envejecimiento activo en los programas de responsabilidad y acción social de las grandes empresas, cuestión que para el autor será la principal fuente de innovación en las próximas décadas.

En esta obra se han incluido, también, datos curiosos y anécdotas que permiten un tratamiento más simpático de algunos temas, como la historia de la actual edad de jubilación o la evolución de la aritmética de los años en los que nos mantenemos laboralmente activos frente a los años en los que dependemos de los que trabajan y cotizan, la segmentación por edades de los fabricantes de juegos por Internet o la distinta consideración que tiene a veces la forma de cumplir años en el caso de altos directivos frente a cualquiera de los miembros de sus equipos. (Extracto de la Introducción)

Índice

Prólogo. David Álvarez
Introducción
Nota metodológica

01. Un cambio a nivel personal, educativo, macroeconómico y empresarial
02. Los mayores activos y su aportación a la sociedad
03. La actividad económica de los mayores y el mercado
04. Una nueva cultura laboral
05. Una comunicación con futuro
06. Una responsabilidad y acción social coherentes

Epílogo. Catalina Hoffmann
Anexos
Bibliografía
Agradecimientos

Datos del coordinador y de los autores

Empresa y envejecimiento activo

Francisco Abad es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Escuela de Madrid y asesor en innovación social. Tras unos años en Arthur Andersen y en A.B.Asesores fundó Empresa y Sociedad en 1995, la dirigió hasta 2009 y sigue colaborando como promotor y miembro de su grupo de Reflexión y Propuestas. Su propia empresa, aBest Innovación Social, incorpora su experiencia en diseñar la estrategia social de empresas españolas que representan más del 20% del PIB y varios grupos internacionales.

En la creación de este libro, Francisco Abad ha estado acompañado por un amplio equipo de expertos. Hasta 146 personas especializadas en envejecimiento o empresa han colaborado en la elaboración de la obra enviando ideas que un consejo asesor se ha encargado de seleccionar y organizar dando lugar, finalmente, a cien ideas que buscan impulsar la actividad empresarial ante el cambio demográfico.