Centro de Psicología y Terapias Alternativas de Tomares y Sevilla.

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Centro de Psicología y Terapias Alternativas de Tomares y Sevilla. PSICOLOGÍA CLÍNICA INFANTIL Y DE ADULTOS. TALLER DE CONOCIMIENTO Y TRABAJO PERSONAL. CURSOS DE FORMACIÓN A PADRES Y MADRES. TALLERES PARA ADOLESCENTES Y NIÑOS en Colegios y AMPAs. CONTACTO: centrodepsicologiayterapias@gmail.com o 655090215

viernes, 22 de noviembre de 2013

La investigación en medicina personalizada y en envejecimiento activo será "prioritaria" en la financiación europea

La investigación en medicina personalizada y en prácticas de envejecimiento activo será "prioritaria" a la hora de la selección de proyectos del programa de trabajo europeo 2014-2015 de Horizon 2020 'Salud, cambio demográfico y bienestar', que se publicará el próximo 11 de diciembre.   

Medicina personalizada y en prácticas de envejecimiento activo será "prioritaria" a la hora de la selección de proyectos del programa de trabajo europeo 2014-2015 de Horizon 2020 'Salud, cambio demográfico y bienestar', que se publicará el próximo 11 de diciembre. Ampliar foto Así lo ha señalado el experto Juan Riese, del Punto Nacional de Contacto del Programa Salud del Instituto de Salud Carlos III y experto nacional en el Comité de Programa Salud de la CE, que ha participado en un acto de presentación de estas ayudas europeas en el Centro de Investigación del Cáncer de la Universidad de Salamanca. Riese ha asegurado que los investigadores españoles son "muy competitivos" y que aspirar a unas ayudas a las que aspiran científicos de toda Europa no es algo que les deba de "asustar", de ser así, les permitirá recoger fondos "importantes" para la investigación como "empujón fuerte" para sus tareas. El experto del Punto Nacional de Contacto del Programa Salud del Instituto de Salud Carlos III ha insistido en que la décima parte del conjunto de financiación del Horizonte 2020 irá destinada a Salud, para lo que "hay que trabajar mucho" y tratar de alcanzar los objetivos de "retorno" de los fondos. En este acto, Juan Riese ha estado acompañado por la vicerrectora de Investigación de la Universidad de Salamanca, María Ángeles Serrano, quien ha destacado la importancia de que los investigadores conozcan estas vías de financiación para que acudan a ellas con "garantías de éxito". La jornada ha estado dirigida y abierta a grupos de investigación, pequeñas y medianas empresas, responsables de I+D+i y gestores de proyectos con el propósito de que los interesados en estos fondos comunitarios hayan podido "identificar oportunidades de financiación" y "discutir de forma personalizada" las posibles propuestas de proyectos.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1981670/0/#xtor=AD-15&xts=467263

jueves, 14 de noviembre de 2013

Coral. Regiones europeas por un envececimiento activo y saludable




http://www.coral-europe.eu/

¿Qué es CORAL?


The Community of Regions for Assisted Living (Coral) is an informal community of regions, aiming to improve regional policies for Active and Healthy Ageing. La Comunidad de las Regiones para la Vida Asistida (Coral) es una comunidad informal de las regiones, con el objetivo de mejorar las políticas regionales para el envejecimiento activo y saludable. Above all Coral is a learning community working on the implementation and upscaling of innovative solutions for Active and Healthy Ageing. Por encima de todo Coral es una comunidad de aprendizaje de trabajo sobre la aplicación y ampliación de soluciones innovadoras para el Envejecimiento Activo y Saludable. It is a network of mutual learning and co-creation in a process of open innovation. Se trata de una red de aprendizaje mutuo y la co-creación de un proceso de innovación abierta. The strength of Coral is the trust between partners that invest energy and creativity in this valuable collaboration. La fuerza de Coral es la confianza entre los socios que invierten energía y creatividad en esta valiosa colaboración.
Coral is about strengthening connectivity between the regions and their innovation clusters in Europe. Coral se trata de fortalecer la conectividad entre las regiones y sus agrupaciones de innovación en Europa. The member regions of Coral consist of – quadruple helix – clusters of stakeholders in the sectors of research, entrepreneurship, government and civil society. Las regiones miembros de Coral consisten - cuádruple hélice - grupos de partes interesadas de los sectores de la investigación, la sociedad empresarial, gubernamental y civil. Coral also connects the regions to other European counterparts and networks. Coral también conecta las regiones a otras contrapartes y redes europeas. It gives the regions a position in the fast growing European community of innovators in the field of Active and Healthy Ageing. Le da a las regiones una posición en el creciente comunidad europea rápida de los innovadores en el campo de envejecimiento activo y saludable.
The added value of Coral for the European Commission is that it makes a connection between the supply and the demand side. El valor añadido de la Coral de la Comisión Europea es que hace una conexión entre la oferta y la demanda. This is among others because innovative companies, service providers and buyers – users and care institutions – are part of the regional clusters. Esto es, entre otros, porque las empresas innovadoras, proveedores de servicios y compradores - los usuarios y las instituciones de cuidado - son parte de los grupos regionales.
Most regions in Coral developed integral regional policies in which all aspects – such as economical, social and spatial – are included. La mayoría de las regiones de Coral desarrollaron políticas regionales integrales en el que todos los aspectos - incluidos - como económica, social y espacial. In line with the European Innovation Partnership on Active and Healthy Ageing (EIP AHA), Coral contributes towards the following goals: En línea con la Asociación Europea de Innovación en Envejecimiento Activo y Saludable (EIP AHA), Coral contribuye a los siguientes objetivos:
  • Enabling EU citizens to lead healthy, active and independent lives while ageing, through the promotion of inclusion and independent life for elderly and chronically diseased people. Permitir a los ciudadanos de la UE para llevar una vida sana, activa e independiente durante el envejecimiento, a través de la promoción de la inclusión y la vida independiente de las personas mayores y enfermos crónicos.
  • Improving the sustainability and efficiency of social and health care systems, through shifting from pilot projects to rooted services and scaling up projects. La mejora de la sostenibilidad y la eficiencia de los sistemas de atención social y de salud, a través de pasar de proyectos piloto para servicios arraigadas y la ampliación de los proyectos.
  • Boosting and improving the competitiveness of the markets for innovative products and services and creating new opportunities for businesses, through solving barriers for the deployment of assisted living solutions on a large scale. Aumentar y mejorar la competitividad de los mercados de productos y servicios innovadores y la creación de nuevas oportunidades para las empresas, a través de la resolución de las barreras para el despliegue de soluciones de vivienda asistida en gran escala.
 

¿Qué está haciendo CORAL?


 
Coral conecta las partes interesadas en las redes regionales y las agrupaciones de innovación para la búsqueda de socios en proyectos y licitaciones europeas.
 
Coral conecta correctamente actores regionales - como universidades, empresas, municipios, instituciones de atención, etc - en toda Europa que están colaborando en el 7PM, Interreg, Programa Conjunto AAL y proyectos del CIP ICT PSP.
 
La comunidad promueve la participación activa de sus miembros en el EIP AHA mediante la recopilación y traducción de la experiencia regional y las mejores prácticas.
 
Coral y sus miembros participan activamente en - ya veces coordinan - los Grupos de Acción A1, A2, A3, B3, C2 y D4.
 
La red de frecuencia tiene presentaciones en y contribuye al debate en conferencias, seminarios, talleres y otros eventos en toda Europa.
 
Por ejemplo, en el Foro AAL, semana E-Salud, la conferencia anual AHA EIP, Jornadas de Puertas Abiertas de las regiones y ciudades y varias conferencias nacionales y regionales.
 
 
Initiate and run projects financed by Interreg, CIP ICT PSP or FP7. Iniciar y ejecutar proyectos financiados por Interreg, CIP ICT PSP o FP7.
 
Coral y sus miembros han aplicado con éxito para el proyecto Interreg IVC CASA y el CIP ICT PSP Red Temática Inscritos:
  • El proyecto de Casa es sobre el desarrollo de políticas y el intercambio de conocimientos sobre la implementación a gran escala de productos innovadores y servicios TIC para una vida independiente regional.  Los cambios demográficos hacen que sea necesario para organizar el cuidado y el entorno residencial de las personas mayores y con enfermedades crónicas más inteligente con el uso de las TIC. Esto también proporciona oportunidades para las empresas innovadoras para desarrollar nuevas herramientas y servicios.

  • Coral es gestor de contenidos del CIP ICT PSP Red Temática COMPROMETIDO. Este proyecto tiene como objetivo construir una comunidad de aprendizaje de los actores que cooperan para promover la transferibilidad de las pruebas, así como las estrategias comunes, para una mayor implantación y el desarrollo del mercado de los servicios de envejecimiento activo y saludable.

  • Regiones de coral son parte de SmartCare, un proyecto CIP ICT PSP que explorar y demostrar el valor añadido - y promover la adopción más amplia - de la atención integrada a través de pilotar el despliegue de los servicios de TIC apoyados en 10 regiones.
Regiones miembros Coral participar en varias otras redes europeas - como el AER, EUREGHA y Errin - a través del cual se conectan a un grupo más amplio de interesados ​​en el campo de Ambient Assisted Living y Envejecimiento Activo y Saludable. Coral también cuenta con la coproducción y la cooperación caliente con redes como la AER, Errin y EUREGHA.  Coral es una red dinámica y por lo tanto siempre está abierta a nuevas.

CORAL - Comunidad de Regiones para la Vida Asistida



CORAL es una red europea de las regiones colaboradoras en materia de Ambient Assisted Living y el envejecimiento activo y saludable.

A través de un proceso de innovación abierta para resolver las barreras de desarrollo de soluciones y servicios de AAL y AHA.

CORAL se centra en las políticas regionales sobre envejecimiento activo y saludable 'y' Ambient Assisted Living


miércoles, 6 de noviembre de 2013

Nuevo Taller sobre Bienestar Emocional. Apúntate



En estos taller te sumergerás en un proceso de inversión psicológica, donde abandonarás los condicionamientos negativos que te llevan al sufrimiento, dolor, ansiedad y depresión.


En estos talleres encontrarás una conexión con tu ser positivo que te inundarán de optimismo, tranquilidad, paz, alegría y bienestar.

Os esperamos....



 

lunes, 4 de noviembre de 2013

La importancia de envejecer activamente

 



23 julio, 2013 Autor: admin

Mercè Pérez Salanova es sicóloga y profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Como investigadora, desarrolla su labor dentro del Institut de l’Envelliment de la UAB. Dirige proyectos de investigación sobre políticas sociales y participación de las personas mayores. Entre 2005 y 2006 dirigió el proyecto “Mujeres mayores, cotidianidad y participación. Estrategias para promover el envejecimiento activo”.

¿Por qué hay que considerar el envejecimiento desde la perspectiva de género?
La perspectiva de género permite identificar las diferencias entre mujeres y hombres mayores y disponer de información sobre esas diferencias, ambos son pasos necesario para estudiarlas y para intervenir. El género está reconocido como un eje de desigualdad transversal similar a la clase social, a la etnia o al país de procedencia. Considerar el envejecimiento desde la perspectiva de género nos permite comprender cómo se configura la desigualdad entre hombres y mujeres mayores, y actuar en consecuencia.

¿Cuál es el perfil de las mujeres mayores en España?
Es popularmente conocido que las mujeres tienen una esperanza de vida superior a la de los hombres. Sin embargo, no se habla tanto de las condiciones en las que viven muchas mujeres mayores durante esos años de vida. Si tomamos como ejemplo la situación de viudez, a partir de los 80 años, más del 70 por ciento de las mujeres mayores tienen una mayor probabilidad de vivir solas. En cambio, entre los hombres más del 60 por ciento siguen casados y viven con sus esposas. Asimismo, hemos de considerar que es cada vez mayor el número de mujeres mayores que inician actividades, que salen de su casa, que se descubren a sí mismas en nuevas facetas y descubren nuevas posibilidades de relación y de actividad.

¿Es peor la calidad de vida de las mujeres mayores que la de los hombres?
Las mujeres mayores definen que su estado de salud es peor que el de los hombres. La percepción de la salud es muy útil para valorar la calidad de vida de las personas, y en el caso de las mujeres mayores pone de manifiesto claramente la desigualdad entre los dos sexos. Conforme avanza la edad crecen las diferencias. La educación juega un papel importante: los hombres mayores tienen mejores niveles formativos, si bien las diferencias se van reduciendo entre unos y otras en las generaciones más recientes de personas mayores. Esto muestra que el envejecimiento se configura de manera diversa según el contexto socio-histórico. En la calidad de vida también son muy importantes los recursos socio-económicos y la discapacidad. En ambos temas, la situación de las mujeres es peor, y esto es crucial entre las mujeres más mayores, las que tienen más de 80 años.

¿Se puede hablar de las mujeres mayores como un colectivo heterogéneo y en situación de desventaja social?
En el colectivo de mujeres mayores se pone de manifiesto la heterogeneidad existente entre las personas mayores, derivada de sus biografías y de las condiciones en las que viven. Las biografías de las mujeres mayores, aunque son diversas, comparten la socialización de género concretada en valores, definición de roles, responsabilidades y relaciones con los otros, en función del sexo. Nacieron, crecieron y vivieron su vida adulta en un contexto dominado por un modelo en el que las mujeres eran las responsables del ámbito doméstico, reproductivo, supeditadas a la aportación de ingresos realizada por los hombres y a sus decisiones. Ese modelo restringía sus oportunidades de acceso a la formación o de elegir a qué querían dedicarse. Se trata de un modelo impuesto que en muchos casos las mujeres han interiorizado, y en otros se han rebelado. Hoy, muchas mujeres mayores subrayan en sus relatos la situación más favorable para las mujeres jóvenes y adultas, comparándola con las condiciones que ellas vivieron. Y también muchas incorporan el valor de la igualdad como algo vigente, ahora, para ellas.

¿Cuáles son las dificultades a las que se enfrentan las mujeres mayores (pobreza, soledad, salud, desigualdad de roles de género, formación…)?
La pobreza, la soledad y la salud expresan de manera contundente las diferencias entre las mujeres y los hombres mayores. La pobreza es una grave dificultad, especialmente entre las mujeres de edad más avanzada, al igual que la soledad. Antes comentaba que las mujeres tienen mayor esperanza de vida que los hombres, pero durante esos años sus ingresos son, a menudo, escasos y muchas viven solas. Entre las mujeres mayores una cuarta parte viven solas, entre los hombres esa cifra se reduce al 10 por ciento. Entre las mujeres de más edad es importante considerar el impacto de enfermedades crónicas que se traducen en dificultades para realizar las actividades cotidianas. Tomemos como ejemplo la artrosis o los problemas reumáticos que están presentes entre las mujeres en una proporción mucho más elevada que entre los hombres.

¿La mujer mayor, en general, en que situación está respecto a la sensación o vivencia de que puede tomar decisiones sobre su propia vida sin supeditarse a otros?
En la investigación que realizamos se puso de manifiesto que las mujeres mayores que participan en actividades construyen tres formas de respuesta ante el modelo tradicional que las sitúa en un lugar supeditado. Para unas, la participación es secundaria a lo que entienden como su responsabilidad principal: la atención a su familia. Para otras, la participación es el resultado de un ejercicio de conciliación. Y la tercera forma de respuesta corresponde a mujeres que se rebelan a la supeditación y ponen en primer lugar atenderse a ellas mismas, estableciendo límites a las demandas de la familia.

¿Quién cuida de las mujeres mayores?
Las mujeres son las principales cuidadoras en las diferentes etapas de la vida, también en el cuidado de las personas mayores. Las mujeres de edad más avanzada a menudo son cuidadas por sus hijas, adultas y también mayores. Actualmente es muy frecuente que coexistan dos generaciones de personas mayores. Respecto al cuidado de las mujeres, hemos de considerar la desaparición del cónyuge o las dificultades de éste para cuidar, derivadas de sus limitaciones funcionales o de la dependencia aprendida. Para muchos hombres mayores las actividades domésticas y el cuidado son tareas desconocidas. Algunos rechazan verse a sí mismos llevándolas a cabo y, por lo tanto, no están dispuestos a aprenderlas. En estas condiciones, la mayor supervivencia de las mujeres es un factor a retener en los cuidados de larga duración. Los servicios que complementan las ayudas y cuidados aportados por la familia no pueden dejar de lado quiénes son los agentes de cuidado.

¿Qué pautas se aconsejan para el diseño de programas que den capacidad y poder a las mujeres mayores para mejorar su posición social?
Es muy importante que las mujeres reconozcan y valoren todo lo que saben, y todo lo que saben hacer. La desvalorización de aquellas actividades humanas que no están inscritas en el mercado tienen un efecto negativo para muchas mujeres, ya que aquello que ha sido central en sus vidas carece de valor. Todo lo que han hecho, y hacen, se diluye en el día a día, no se traduce en “producto”. Simultáneamente es clave que hagan suyos los derechos que tienen. Los programas han de permitir que la variedad de formas a través de las que las mujeres se sitúan ante la participación y las relaciones tengan cabida. Debemos evitar que los programas produzcan entre algunas mujeres una valoración negativa de sí mismas, lo que podría suceder si transmitimos una visión reducida y, a mi modo de ver, simplista, sobre la emancipación de las mujeres mayores.

¿Qué significa el envejecimiento activo en la mujer?
La perspectiva del Envejecimiento Activo, formulada por la OMS, nos aporta muchos puntos de interés en relación con las mujeres mayores. Como punto de partida hemos de recordar que el género es considerado una variable transversal, es decir, que impregna todos los factores que condicionan el Envejecimiento Activo. Dos puntos me parecen especialmente sugerentes. El primero es la importancia que concede al curso de la vida, incorporando tanto el trayecto vital de las personas mayores como la implicación de las diferentes generaciones. Y el segundo, la relevancia de adoptar un enfoque –en la planificación y en cada intervención– que reconozca las fortalezas de las personas mayores, también cuando padecen limitaciones funcionales. Ambos puntos son claves para que las mujeres mayores en la actualidad, y en el futuro, envejezcan, y envejezcamos, activamente.

http://www.imsersomayores.csic.es

 

Envejecer activamente en la Sociedad de la Información

 

 
En el contexto del 4º Congreso Internacional “El derecho a envejecer: Ciudadanía, integración social y participación políticas de la personas mayores” tuve la oportunidad de conocer a Maria Irene Carvalho, investigadora y docente de la Escola Superior de Saúde do Alcoitão (Portugal). Apenas empezaba el año 2012 y la ciudad de Dijón servía de marco para iniciar una colaboración que esta semana ha dado su fruto en la forma del libro Serviço Social no Envelhecimento, publicado por la editorial Pactor. La humilde contribución de quien escribe es un capítulo titulado “Participação e idosos: a construção de um quadro ético para a teleassistência em Espanha”, producido con la ayuda de Blanca Callén, María Tereza Leal y Miquel Domènech. Aunque el texto fue escrito en castellano, ha sido traducido al portugués para su inclusión el el libro coordinado por Maria Irene. En este post quiero compartir con vosotros/as un fragmento del capítulo, tal como fue originalmente redactado.


Envejecer activamente en la Sociedad de la Información
 
El “envejecimiento activo” se ha convertido en una de las prioridades en el estudio de la vejez, así como en la implementación de regulaciones políticas y programas de intervención con personas mayores. El interés que ha despertado promete prolongarse durante los próximos años. En España, la reciente elaboración de un mapa de ruta para la investigación sobre envejecimiento (Rodríguez Rodríguez, 2011:6) apunta hacia esta cuestión como uno de los temas prioritarios, estableciendo la necesidad de trabajar sobre (1) “la modificación de las condiciones de salud mediante el desarrollo de actividades saludables que atenúen los procesos de dependencia”, (2) “la mejora de la consideración de los mayores en la sociedad evitando imágenes de discriminación (ageísmo) o situaciones de violencia”, y (3) la potenciación de “las relaciones sociales en el entorno de vida”.
 
Las tres áreas de trabajo mencionadas por Rodríguez y Rodríguez (2011) recuerdan los tres pilares del “envejecimiento activo” propuestos por la Organización Mundial de la Salud (2002), esto es: salud y calidad de vida, seguridad y participación. Aquí queremos recaer sobre el último de tales pilares. Como quiera que se entienda la expresión “envejecimiento activo”, cada vez resulta más claro que no puede limitarse al mantenimiento de un nivel de actividad física que promueva la salud, evite la enfermedad y asegure la productividad en edades avanzadas. La idea del “envejecimiento activo” debe tener en cuenta otras cuestiones, como las asociadas a conceptos del tipo “ciudadanía activa” o, incluso, “activismo”. En este sentido, el Informe de la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento (Naciones Unidas, 2002), afirma que “La habilitación de las personas de edad y la promoción de su plena participación son elementos imprescindibles para un envejecimiento activo” (art. 2; las cursivas son nuestras). Dicha declaración tiene sus antecedentes en el Plan de Acción Internacional de Viena sobre el Envejecimiento formulado por las Naciones Unidas en 1982, así como en los Principios en Favor de las Personas de Edad, donde se recomienda a los gobiernos favorecer la integración de los mayores en la sociedad, pero también en los movimientos sociales y en las asociaciones. En España, tal recomendación ha sido recuperada en diversos contextos, como el Plan Gerontológico elaborado entre 1988 y 1991, el Plan de Acción de las Personas Mayores 2003-2007, el II Congreso Estatal de Personas Mayores (Madrid, 2001) y la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia. Además, inspira la creación de los Consejos Estatales de Personas Mayores, así como su réplica en la forma de Consejos de Personas Mayores a nivel autonómico y municipal.
 
Actualmente se reconoce ampliamente que la participación de los mayores en la toma de decisiones sociales y políticas no solo es deseable, sino fundamental en todo ordenamiento democrático. Sin embargo, no existe aún acuerdo con respecto a lo que dicha participación significa; es decir, a lo que se quiere dar a entender cuando se habla de la participación de los mayores en los asuntos que les afectan, interesan o atañen. Escapa de los objetivos de este capítulo realizar un examen a fondo de las distintas acepciones del término “participar”. Nos bastará con citar un trabajo reciente sobre la Participación social de las personas mayores en España (Martínez Martín y Criado Valdés, 2008) para mostrar su polisemia. En dicho texto, los autores incluyen dentro de lo que podría considerarse como “participación” una variada gama de actividades: (1) la integración en asociaciones de personas mayores, (2) el servicio comunitario por la vía del voluntariado, (3) la actividad política a través del voto, la movilización social, la afiliación a partidos y sindicatos, etc., (4) la educación permanente, sea esta formal o informal, (5) la realización de actividades de ocio y (5) otras actividades, como la asistencia a cultos religiosos y la práctica del turismo.
 
En medio de la gran cantidad de formas de entender la participación, hemos querido resaltar una muy concreta. La misma se refiere al papel que pueden cumplir las personas de edad en el diseño, implementación y evaluación de las TICs para el envejecimiento activo. Esta cuestión es de una indudable relevancia y actualidad. En las últimas décadas se ha vuelto un lugar común sugerir que los “problemas” económicos derivados del envejecimiento demográfico pueden tener “soluciones” tecnológicas. Así, el desarrollo de diferentes ayudas técnicas individuales y domésticas ha venido ganando fuerza entre los investigadores europeos. En este sentido Rodríguez Rodríguez (2011) llama la atención sobre los esfuerzos realizados en el estado Español por desarrollar sensores y técnicas de monitorización, estimulación y robótica en el ámbito de la teleasistencia y la telemedicina. Tales dispositivos y servicios incluyen contactos audiovisuales y en tiempo real entre pacientes y cuidadores, tecnologías integradas en la forma de hogares, ropa y mobiliario inteligente que permiten un seguimiento de los pacientes dentro e incluso fuera de sus casas; así como tecnologías de etiquetaje electrónico para pacientes con demencia y otras innovaciones biotecnológicas, como implantes y dispositivos para el seguimiento de enfermedades crónicas.
En diferentes esferas se aprecia un gran entusiasmo y una creciente confianza en lo que estos desarrollos puedan tener de positivo para la industria de las TICs, los servicios sociales, el sistema sanitario y, por supuesto, los adultos mayores, sus cuidadores y familiares. Así, en un documento recientemente publicado por la Comisión Europea (2010) se afirma que las TICs pueden ayudar a las personas de edad a mantenerse sanas, a vivir independientemente durante más tiempo y a contrarrestar la disminución de sus capacidades. En definitiva, “Las TICs pueden permitirle [a los mayores] el mantenerse activos en el trabajo y la comunidad” (European Comission, 2010:2). Por otro lado, asegura que las TICs pueden contribuir a mejorar las condiciones de trabajo a las que están expuestos los cuidadores, haciendo más atractivo este sector de actividad en el futuro. Todo ello, bajo la promesa de su fácil implementación y su bajo costo (Mol, Roberts & Milligan, 2009).
 
Las esperanzas que se han depositado en las TICs se enfrentan, sin embargo, a un gran problema. La distancia que se aprecia entre las personas mayores y estas tecnologías aparece como una suerte de nueva “brecha digital” que ya no tiene características geográficas, sino generacionales. La preocupación que despierta este fenómeno se aprecia, por ejemplo, en el plan de acción Ageing Well in the Information Society, creado por la Comisión Europea en 2007. Para los impulsores de este plan, las personas de edad constituyen uno de los grupos con mayores riesgos de quedar excluidos de los “beneficios” ofrecidos por las TICs, esto es, “comunicaciones a bajo costo y servicios en línea que pueden apoyar algunas de sus necesidades reales” (European Commission, 2010:4). Así, el 21% de personas mayores de 50 años -por limitaciones visuales y auditivas, o por la disminución de otras habilidades- verían frustrados sus esfuerzos por participar en la llamada “Sociedad de la Información”.
 
Conviene aclarar aquí que, en este contexto de promoción de TIC para “envejecer bien”, “participar” significa “usar” y “consumir” los productos de una naciente industria de dispositivos tecnológicos para personas mayores. Participar se traduce en formar parte de un Senior market for ICT Progress and Developments (European Comission, 2008) recién descubierto. Esta idea concuerda con una imagen, popularizada por análisis economicistas y demográficos, desde la que se visualiza a las personas de edad como un colectivo demandante de servicios, de ayuda y de cuidados (Martínez Martín y Criado Valdés, 2008). Desde tal punto de vista, las personas mayores ocupan un papel claramente pasivo que en nada contribuye efectivamente en la construcción de dicha “Sociedad de la Información”. Los dispositivos y servicios de esta nueva “sociedad” les vienen prefabricados, disponibles solo para su uso y disfrute, para su consumo. Así lo entienden diferentes estudios en los que se resalta que, si bien se están invirtiendo muchos recursos en innovaciones para la atención de personas mayores, tales medidas no tienen suficientemente en cuenta a los usuarios, cuidadores y ciudadanos concernidos (Finch, Mort, May y Mair, 2005; Mort y Finch, 2005; Mort, Finch y May, 2009; Milligan, Roberts y Mort, 2011). En este sentido, tanto en los estudios sobre envejecimiento (Barnes y Taylor, 2007; Walker, 2007), como en los análisis sobre teleasistencia (Mort, Roberts y Milligan, 2009) y en los estudios emancipatorios de la discapacidad (Oliver, 1992), se solicita cada vez con más fuerza que se involucre activamente a las personas concernidas en el proceso mismo de la investigación.
 
Una de las posibles vías para favorecer la activa implicación de los mayores en la construcción de la “Sociedad de la Información” es abrir espacios para que intervengan, desde muy temprano, en el diseño y evaluación de las tecnologías que se vienen desarrollando para ellos y ellas. En este sentido, hay mucho por hacer: rara vez se ha incluido la participación ciudadana en el diseño tecnológico o en las prácticas mismas de investigación (Lengwiler, 2008), con lo que esta cuestión sigue siendo un asunto crítico en la democratización de la ciencia y la tecnología (Callén, Domènech, López y Tirado, 2009). En cuanto a la evaluación de la tecnología, ya se han realizado importantes avances, especialmente mediante el uso de metodologías cualitativas y estrategias deliberativas. En el caso de la teleasistencia, a cuyo estudio nos hemos entregado en los últimos años (ver, López y Tirado, 2004; López y Domènech, 2008, 2009; Schillmeier y Domènech, 2009, 2010) son conocidos los estudios mediante grupos de discusión. Además, es cada vez más frecuente el empleo de mecanismos participativos del tipo de los paneles ciudadanos (ver, Callén, López, Domènech y Tirado, 2009; Mort y Finch, 2005). Es a este último tipo de procedimientos a los que quisiéramos dedicar un examen más profundo en las páginas que siguen.
 
Desde la década de los 70 se han venido desarrollando una gran variedad de procedimientos deliberativos (Callon, Barthe y Lascoumes, 2009): jurados y paneles ciudadanos, scenario workshops, células de planificación, conferencias de consenso, etc. A pesar de las diferencias que puedan existir entre estos distintos mecanismos, en términos generales implican la conformación de un grupo pequeño y heterogéneo de ciudadanos legos, sin experiencia previa en el asunto a debatir, que interactúa con expertos y elabora un conjunto de propuestas y recomendaciones para la toma de decisiones políticas. Los paneles ciudadanos realizados por nuestro grupo de investigación comparten tales características. Estas experiencias parten de la base de que no es necesario ser un miembro de comités académicos o políticos, o de grupos directamente concernidos, para llevar a cabo debates relevantes sobre asuntos complejos.
 
La realización de procedimientos del tipo de los paneles ciudadanos ha sido valorada positivamente por sus efectos en el enriquecimiento de los debates (Hörning, 1999), la disminución de la desconfianza en la ciencia y la tecnología, la mejora de los procesos de toma de decisiones (Lezaun y Soneryd 2007) y en la “democratización de la democracia” (Graña, 2005). Los métodos deliberativos también han empezado a ser apreciados por favorecer procesos de investigación participativa (Kashefi y Mort, 2004) y por hacer que servicios públicos o semi-públicos sean más sensibles a las necesidades de sus usuarios (Walker, 2007). Confiamos en que el uso que hemos hecho de esta metodología deliberativa nuestros estudios sobre teleasistencia contribuye a paliar el déficit ético-político actualmente existente en el campo de la investigación y desarrollo de TICs para el envejecimiento activo.
 
Referencia
 
ACEROS, Juan C.; CALLÉN, Blanca; CAVALCANTE, Maria Tereza; DOMÈNECH, Miquel (2013). Participação e idosos: a construção de um quadro ético para a teleassistência em Espanha. En CARVALHO, Maria Irene (Ed.). Serviço Social no Envelhecimento (pp. 265-280). Lisboa: Pactor.
 
 

12 claves de un cerebro sano: cómo envejecer activamente


Por Ana Villarrubia Mendiola.

Hasta hace muy poco los científicos nos decían que, por mucho esfuerzo que hiciésemos, las neuronas de nuestro cerebro comenzaban a morir de manera progresiva y significativa con el transcurrir de los años.

Hoy en día el mensaje es algo más esperanzador: los investigadores afirman que nacen neuronas a lo largo de toda la vida, que lo que se deterioran son las conexiones entre ellas y, lo que es más importante, que podemos impedir o retrasar este deterioro si nos implicamos activamente en ello.

Ahí está la clave, ya no somos meros espectadores, parece que algo podemos hacer por alargar la vida de nuestro cerebro. Eso si, ¿estamos dispuestos a ello o nos pueden la pereza y la inercia? De cualquier modo, toma responsabilidad: somos responsables de nuestro propio proceso de envejecimiento y, por tanto, podemos prevenir y retrasar el envejecimiento de nuestro cerebro.
Pero… ¿Cómo?

El prestigiosos neurocientífico español Francisco Mora ha identificado 12 claves para mantener nuestro cerebro lo mas sano posible el mayor tiempo posible. Resumimos aquí sus recomendaciones así como la explicación que ofrece a cada una de ellas.
  1. Comer menos, pues comiendo más de lo que nuestro cuerpo necesita aumentamos innecesariamente el estrés oxidativo de nuestro organismo, y esto perjudica a nuestro cerebro a largo plazo.
  2. Hacer ejercicio moderado de manera regular. Además de la evidente sensación de bienestar que produce el ejercicio físico y que todos hemos tenido ocasión de experimentar en alguna ocasión, lo cierto es que la realización de deporte aeróbico contribuye a generar una serie de sustancias que directa o indirectamente acaban potenciando la plasticidad del cerebro y las conexiones neuronales.
  3. Estrujar el cerebro diariamente. Somos responsables de la activación de nuestro cerebro y, muchas veces, por pereza o desánimo dejamos de lado su entrenamiento con actividades pasivas como ver la tele. Está en nuestra mano emprender nuevos retos (retomar el estudio de un idioma, aprender cosas nuevas, hacer cálculo matemático, etc.) y entrenar así nuestra mente.
  4. Viajar. Puesto que requiere la vivencia y el aprendizaje de nuevas y enriquecedoras experiencias que, además, suelen ir acompañadas de emociones positivas que nos ayudan a mantener el ánimo y la motivación.
  5. Vivir acompañado. Rodearse de relaciones personales en las que compartir experiencias y emociones enriquece nuestras vivencias cotidianas, alimenta nuestro desarrollo emocional y nos obliga a entrenar nuestra flexibilidad.
  6. Adaptarse a los cambios. Es decir, entrenar la tolerancia y aceptar las nuevas realidades que experimentamos tratando de sacar el máximo partido de nuestra situación en cada uno de los casos.
  7. Evitar el estrés crónico, pues las consecuencias negativas de la liberación prologada de las denominadas “hormonas del estrés” (glucocorticoides) sobre el organismo son devastadoras para nuestra salud física y psicológica. Incluir ejercicio físico en nuestra rutina diaria es una buena forma de descargar el estrés y prevenir problemas asociados.
  8. No fumar. El hábito de fumar nos hace más propensos a padecer infartos cerebrales y afecta directamente a las funciones mentales pues provoca o acelera la muerte de nuestras neuronas.
  9. Dormir bien. Nuestras 8 horas de sueño reparador (¡Nunca menos de 7!) son imprescindibles para que el cerebro ponga en marcha procesos de consolidación de los aprendizajes aprendizaje a partir de nuestras experiencias diarias y pueda regenerar sus tejidos dañados.
  10. Evitar el apagón emocional. Esta acertadísima recomendación del doctor Mora implica que la edad no debe acarrear necesariamente desmotivación y desesperanza- Al contrario, en el proceso de envejecimiento hemos de procurar buscar activamente objetivos y metas que nos generen nuevas ilusiones, implicándonos en proyectos que mantengan viva la “chispa de la vida
  11. Ser agradecido. ¿Sorprende este consejo? El agradecimiento es una de las formas de relación social más humanas y que de manera más potente es capaz de generar vínculos emocionales entre las personas. Dejemos los destuctivos rencores atrás y demos gracias por todo aquello que lo merezca.
  12. Disfrutar de las pequeñas cosas. Esas que no generan necesidades aprendidas sino que nos viene dadas y que tampoco nos cuesta apreciar en el día a día.
Algunas claves quizá puedan parecer obvias o sencillas pero sentémonos a pensar sobre ello con sinceridad: ¿Acaso no descuidamos todo lo obvio casi diariamente? ¿De verdad nos ponemos activamente ello? Confiemos en la ciencia y practiquemos un tiempo, a ver qué sucede…